El psicólogo inglés John Bowlby (1907-1990) propone y desarrolla una teoría de gran relevancia para comprender las maneras en que los niños viven sus vínculos con los seres que les rodean, y la manera en que muestran sus estructuras de adaptación a los contextos; conocer la teoría del apego, nos ayuda como docentes a ofrecer [ + ]

Publicado el:16/06/2023

El psicólogo inglés John Bowlby (1907-1990) propone y desarrolla una teoría de gran relevancia para comprender las maneras en que los niños viven sus vínculos con los seres que les rodean, y la manera en que muestran sus estructuras de adaptación a los contextos; conocer la teoría del apego, nos ayuda como docentes a ofrecer miradas comprensivas a las conductas de nuestros alumnos.

Bowlby apunta que la presencia de la madre es de gran importancia en el desarrollo emocional en la primera infancia.

Los bebés nacen vulnerables, requieren de los cuidados de mamá para poder sobrevivir; por ello es muy importante valorar las maneras en que los niños reciben el contacto de su madre como figura parental, ya que será eterminante para el desarrollo emocional y social de los hijos.

Las madres entran en contacto a través de:

  1. Contacto físico (de piel a piel). Mientras mamá toca a su hijo, al alimentarlo, asearlo, arrullarlo, acariciarlo o consolarlo.
  2. Vía los órganos sensoriales. El olfato, la vista y el oído, juegan un papel muy importante en la construcción del vínculo.
    Los bebés reconocen a su madre desde muy pequeños, a través de su olor, el sonido de su voz y su imagen.

Estas son maneras muy “naturales”, a través de las cuales las mamás contactan con sus recién nacidos.

Entendemos al vínculo como “… un proceso mutuo de adaptación, en que cada uno de los participantes deja en el proceso de vinculación una impresión duradera en el otro” Ruppert, F. (p. 46).

Es por lo tanto, un movimiento emocional del bebé hacía la madre en el que busca:

  • Proximidad. Cercanía que generará contención emocional y física. Resulta muy importante que el bebé no sea separado de su madre.
  • Persistencia. Una madre que se mantiene firme y constante en el contacto con su bebé, favorece su confianza; el bebé puede experimentar que es pequeño y que estará a salvo junto a su madre.
  • Presencia. Es una cualidad de estar en “totalidad” con el bebé. Es muy importante que durante los primeros meses de nacido sienta que su madre está no sólo físicamente, también está emocionalmente, de tal manera que experimente seguridad emocional.

En la madre, el vínculo implica el deseo de estar con el bebé, estar presente, reconociendo las necesidades básicas de su hijo(a), así como las necesidades emocionales. Si se cuenta con una madre presente, decimos que se construye un vínculo seguro.

Según Ainsworth, M (1970) una madre presente, es sensible a las señales del bebé, las interpreta correctamente y está disponible. Rupert, (2012) opina que una madre sensible y empática es un espejo en el que el niño se verá mientras va desarrollando una mayor conciencia de sí mismo.

Sin embargo, puede suceder que las madres a pesar de estar presentes físicamente, no lo están emocionalmente, sea porque están más focalizadas en sus propias necesidades o bien, porque las proyectan en el niño, en virtud de que tienen asuntos inconclusos de su propia historia.

Por desgracia no todos nuestros alumnos han construido un vínculo seguro con sus figuras parentales; es importante que reconozcamos el patrón de apego que han desarrollado, para ofrecerles alternativas de construcción de competencias socio emocionales.

  • Apego seguro: Los niños que contaron con vínculos saludables se muestran sociables, con mayores posibilidades de desarrollo intelectual, son creativos, pueden ser más independientes y pueden autorregular sus emociones.
  • Apego desorganizado: Los niños que desarrollan apego desorganizado, pueden haber sufrido negligencia, abandono y/o maltrato; un contexto tóxico generará que se desarrollen conductas inestables, disruptivas, dificultades para relacionarse con otros o confiar en los demás.
  • Apego ambivalente: Se puede generar cuando la madre ha sido muy intrusiva, sobreprotectora, tensa y exagerada; los niños pueden mostrar temor al abandono, inseguridad, confusión y enojo.
  • Apego evasivo-evitativo: Surge cuando mamá ha sido poco afectuosa, apática e indiferente. Los niños pueden mostrarse retraídos, y con dificultad de establecer intimidad.
¿Para qué nos puede servir reflexionar acerca de esta teoría?

Los docentes estamos muy cerca de la infancia, sabemos cómo son nuestros alumnos y conocemos que muchos de ellos, han tenido entornos familiares muy adversos; reflexionar sobre la construcción del vínculo, nos puede llevar a asumir una actitud responsable hacia la necesidad apremiante de ofrecer a los niños y niñas vínculos seguros; es decir que encuentren en ti como docente, a un ser humano que les ofrezca: Proximidad, persistencia y presencia

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